Santa Claus

2023-12-04T10:55:10+01:0004/12/2023|

Como cada año, después de noviembre llega diciembre, con todo lo que eso significa. Una de las cosas más esperadas es la llegada de Papá Noel, todas las ciudades y pueblos tienen al gordito de pelo blanco entre sus visitantes.

En la ciudad de Alcañiz, en Aragón, un profesor de nombre Rodolfo era conocido por todo el pueblo por una sencilla razón: era muy huraño, su carácter era muy agrio, no podía aguantar los cantos de villancicos de esos días. Una vez empezadas las vacaciones del colegio, siempre compraba gran cantidad de comida para todas las fiestas, de esa manera no tenía necesidad de salir a la calle, se recluía voluntariamente para apartarse de la sociedad. Mientras eso sucedía, el resto de habitantes disfrutaban de las fiestas, un poco confusos por los hechos que sucedieron los últimos años en la ciudad y otros municipios cercanos.

En Navidad, siempre se veían los Santa Claus por todos los centros comerciales y muchas calles.

Retrocediendo tres años en el tiempo, sucedió la primera vez. Un grupo de ladrones tenía asustado a todo el mundo, robaban diariamente en todas partes, eran muy escurridizos, nada podía hacer la policía.

Un día dejaron, en la puerta de la comisaría, dos personas amordazadas y atadas de pies y manos. Junto a ellos, una nota con fotografías de todos sus robos en el pueblo y una dirección donde encontrarían al resto de la banda y los objetos robados, firmado por Santa Claus.

En las imágenes del video de seguridad de la puerta de la policía solo se pudo ver como una persona vestida de Papá Noel los dejaba en la puerta.

La policía encontró en el lugar todo lo que había desaparecido en los últimos días. El año acabó feliz, ningún robo más.

Otra de las cosas que se recuerdan sucedió en el asilo “San Genaro”, las dificultades económicas del centro eran muy grandes, la mayoría de sus moradores estaban allí sin pagar, no tenían nada para poder hacer frente a los gastos de su estancia. El 23 de diciembre, a la hora de cerrar la puerta, una persona vestida de Santa Claus llamó fuertemente. El conserje abrió la puerta y, sin mediar palabra le entregó un sobre, despidiéndose con un leve giro de muñeca.

La carta que le entregó era muy clara: mañana por la mañana llegará un camión con comida y regalos para todos los que vivían en esa residencia. Efectivamente, al día siguiente un gran camión aparcó en la puerta y empezó a descargar todo lo que cargaba.

—¿Quién pagó todo esto?

—No lo sé, una transferencia con remitente desconocido.

—¿Y el pedido? Alguien lo haría.

—Solo sé que dejaron un papel con todo lo que teníamos que traer y nada más. Indudablemente, fueron unas de las mejores Navidades en esa residencia, nadie pudo descubrir quién fue el benefactor.

Un día, mientras unos ladrones intentaban vaciar una de las más grandes tiendas de juguetes, fueron atacados por un Santa Claus muy agresivo. Todos quedaron malheridos y fueron llevados a urgencias del hospital más cercano.

¿Quién era el Santa Claus que protegía al pueblo?

Era la pregunta que todos se hacían.

Una de sus últimas intervenciones fue justo hace dos años. Se presentó en un domicilio de un humilde barrio; cuando abrieron la puerta los padres, se acercó al niño, le dio un fuerte abrazo al mismo tiempo que le entregaba unos regalos. También entregó una carta a los padres donde explicaba que su hijo era abusado sexualmente por un profesor de su colegio, dando todos los detalles. Todo el pueblo comentaba que seguro que era el profesor Rodolfo, una persona tan poco sociable, el culpable del abuso. Dos días después, era detenido el director del colegio por tenencia de material pedófilo. Almacenaba gran cantidad de fotos de los niños desnudos.

El año pasado, fue el último que actuó Papa Noel. Una fría noche, mientras perseguía a un delincuente, recibió dos tiros en la cabeza. Cuando pudieron ver la identidad del personaje todos quedaron consternados, la noticia corrió como la pólvora, ya sabían quién era.

Tres días después, justo antes de Nochebuena, los alumnos de Rodolfo organizaron un emotivo homenaje en su honor. Durante el funeral cantaron la canción “Imagine”,

también “We Are The Word”. Uno a uno, todos sus alumnos subieron al altar junto al féretro del profesor asesinado por defender al pueblo, contando todo lo que habían aprendido con él. Todos estaban de acuerdo que, a pesar de su seriedad (ninguno recordaba una sonrisa en su cara), les inspiró y les enseñó a ser mejores personas. Fue un momento de tristeza, pero también de gratitud por haber tenido a alguien tan especial en sus vidas.

Al fin, todos los habitantes pudieron entender el por qué de su amargura cuando llegaban estas fiestas. Diez años antes, justo en Nochebuena, después de la misa del gallo, cuando volvía a su casa junto a su mujer y su hija, una persona ebria los arrolló produciendo la muerte de su esposa e hija. Él estuvo tres meses en la UVI.

Nunca más celebró una Navidad, salía a la calle para ayudar a las personas y acabar con la delincuencia.

D.E.P. Rodolfo

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