De humanidad necesaria, nada será igual
Sentado en el sofá ayer, veía compungido y aterrorizado una película donde un virus microscópico hacia estragos en nuestro mundo acomodado y aburguesado por su burbuja protectora.
Hoy vivimos esa terrible realidad que supera la ficción de tantas películas de profecías siniestras, donde un virus de extraña procedencia amenaza y esta vez de verdad la estabilidad social de nuestras acomodadas vidas.
Basta con ver y escuchar los acontecimientos del día a día, para comprobar que este mundo global está en peligro y que esas películas proféticas se nos echan encima con su realidad más tenebrosa.
En nada ayudan, lamentablemente, los miles de WhatsApp que reenviamos con información la mayoría falsa o sin una base científica de lo que nos espera cuando cojamos este virus especialmente dañino.
Sinceramente, hemos de parar dicha información y, por una vez, hacer caso de los protocolos que se han dictado desde los diferentes organismos oficiales. Esto se parará cuando tomemos conciencia de que no solamente nos jugamos nuestra salud y la de los que nos rodean, sino también de una economía familiar que va a sufrir muy sensiblemente si esta crisis continúa más allá de los 15 días anunciados.
Deberíamos preguntarnos una cuestión, hasta qué punto podremos y debemos ser solidarios, generosos y humildes para sacar lo bueno de todos nosotros y poner el hombro juntos para el día después, el día que esto acabe, porque acabará y veremos que el paisaje será desolador y es en ese momento, donde tendremos que ser espléndidos y más humanos si cabe, para ayudar en esas situaciones donde lo requieran.
Tendremos que unirnos más que nunca y luchar toda la sociedad para levantarnos y mirarnos no como el centro del universo, sino como parte de ese universo donde todos seamos necesarios y nadie sobre, donde la condición humana prime sobre otras meramente culturales y educacionales.
El coste humano y económico será brutal, ya nada será igual y esa película grabada en nuestras retinas quedará marcada a fuego y lágrimas, pero lo superaremos lo venceremos y nos levantaremos, no nos queda otra; sin embargo debo tener y tengo una duda, ¿estarán los políticos a la altura de la sociedad?
Es decir, ¿articularán necesariamente las medidas sanitarias , económicas y sociales para el día a día y para después de salir de esta crisis para que el daño en las familias sean los mínimos y no se destruyan fruto del olvido y desidia de nuestros “espléndidos” dirigentes?
Ya nada será igual, aprendamos de esta terrible crisis y apoyemos por el momento a nuestros gobernantes, nuestros medios de protección, abnegados sanitarios y nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, para que podamos salir lo antes posible de esta terrible película lamentablemente hecha realidad..
